Ellos se creen fuertes, valientes. Dicen que nunca lloran y que son capaces de enamorar a cualquier chica y de hacer con ella lo que quieren. Van de duros por la vida, afrontan cambios sin problemas. Las rupturas no les afectan y aún menos se enganchan a alguien. Piensan en no comprometerse nunca, en vivir libres, sin ataduras. No quieren que nadie les diga lo que tienen que hacer porque se creen autosuficientes. Piensan que nosotras somos demasiado mimosas y empalagosas y que no tenemos personalidad cuando queremos a alguien. Se creen que son muy diferentes a nosotras y que son capaces de hacer cualquier cosa sin ayuda. Siempre dicen que somos bipolares y cuando estamos de mal humor culpan a la regla.
¿Pero en realidad son así?
Se engañan a sí mismos porque a la hora de la verdad todos temen al compromiso por miedo a sufrir por alguna persona. Van de duros y en realidad solo intentan proteger ese lado sensible que todos tienen, porque al igual que nosotras ellos se enganchan y llegan a querer mucho. En muchos momentos echan de menos ese abrazo, beso o mirada de la persona que quieren e incluso lloran con una peli de amor o se emocionan con un bebé recién nacido. Muchos de ellos esperan el día de San Valentin con ilusión para poder regalar un ramo de rosas rojas y una tarde de cine. Porque en el fondo ellos también sueñan con la chica perfecta y con pasar una vida junto a ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario